El alfabeto del amor según René Descartes

René Descartes, también conocido como el cartesio latino, fue uno de los grandes filósofos del mundo. El francés nació en La Haya en Touraine el 31 de marzo de 1596 y es considerado el padre de la filosofía moderna. Su obra y dirección de influencia influyeron en Spinoza, Hobbes, Kant y Leibniz.
Verdad
La fuerza del alma no basta sin el conocimiento de la verdad. Hay una gran diferencia entre las decisiones que se basan en una opinión falsa y las que se basan únicamente en conocer la verdad, porque si seguimos estas últimas estamos seguros de que no nos arrepentiremos y nunca nos arrepentiremos, mientras sigamos- en primero siempre nos llenamos de remordimientos y arrepentimiento cuando descubrimos su error.

Suavidad

Hay dos tipos de ira: una que es muy rápida y fuerte en el exterior, pero todavía tiene un efecto pequeño y se puede calmar fácilmente, la otra, que no es tan clara al principio, pero que roe más el corazón y tiene más efectos peligrosos.
Aquellos dotados de mucha mansedumbre y mucho amor son los más propensos al primer tipo de ira. Porque ella no viene de un odio profundo, y de una repugnancia repentina, porque teniendo mucho cariño, se interesan por los que aman como por su propia persona.

Alegría

La alegría es una emoción placentera para el alma producida al saborear el bien que las impresiones del cerebro retratan al alma como propio. La alegría proviene de la convicción de que tenemos cierto bien, y la tristeza de la creencia de que tenemos cierto mal o cierta carencia.

Conocimiento La

indiferencia se extiende no sólo a las cosas de las que el intelecto no tiene conocimiento, sino en general a todas aquellas que no descubre con perfecta claridad, cuando la voluntad toma una decisión. El conocimiento por el intelecto siempre debe preceder a la determinación de la voluntad, y la privación que constituye la forma de error existe precisamente a través de este mal uso del libre albedrío.

Deseo

El deseo es una turbación del alma que le hace desear para el futuro las cosas que presenta como convenientes. El deseo que tenemos cuando anhelamos un cierto bien va acompañado del amor y luego de la esperanza y la alegría, mientras que el mismo deseo que tenemos cuando anhelamos apartarnos del mal contrario a este bien va acompañado del odio, el miedo y la tristeza, de los cuales la causa se considera contraria a sí misma.

Lo dudo

, lo dudo, así lo creo. Creo que existo. Hay, entonces Dios es.

Dios

Por Dios entiendo un ser infinito, eterno, inmutable, independiente, omnisciente, omnipotente, y por el cual yo mismo, y todas las demás cosas que han sido creadas y producidas.

Errores

Donde nacen los errores
Se sabe que sólo por el hecho de que la voluntad siendo mucho más amplia y amplia que el intelecto, no se incluye dentro de los mismos límites, sino que se extiende a las cosas que no comprende, que son en sí mismas indiferentes. , la hacen vagar con extrema facilidad, y elige el mal en lugar del bien o lo falso por la verdad.

Pensamientos

Nuestros pensamientos son de dos clases, a saber: unos son las acciones del alma, otros son sus pasiones. Lo que llamo sus acciones son todas nuestras voluntades, porque experimentamos que vienen directamente de nuestra alma y parecen depender sólo de él.
Por el contrario, pueden llamarse pasiones en general, toda especie de percepciones o conocimientos que están en nosotros, porque muchas veces nuestra alma no hace lo que son y porque siempre las recibe de las cosas que por ellas están representadas.

Celos Los

celos son un tipo de miedo relacionado con el deseo de mantener el control de un bien. No proviene tanto de los méritos de la razón que podamos pensar que podemos perderla como del alto precio que le ponemos, que nos hace escudriñar los más mínimos pretextos de sospecha y tomarlos como muy buenas razones. Debido a que debemos tener más cuidado con las cosas que son muy grandes que las que son más pequeñas, esta pasión puede ser justa y honorable en algunos casos. Además, esta pasión sólo está relacionada con la sospecha y la desconfianza, porque tratar de evitar el mal cuando tienes una verdadera razón para tener miedo no significa, no significa, francamente, estar celoso.

Intuición La

intuición es la concepción confiada de una mente simple y cuidadosa, que aparece sólo a la luz de la razón y es más cierta que la deducción.

Amor

¿Cómo confluyen pasiones muy diferentes porque son formas de amor? No es necesario distinguir tantos tipos de amor como diferentes objetos que podemos amar. Por ejemplo, sin embargo, las pasiones que tiene un hombre ambicioso por la gloria, un avaro por el dinero, un borracho por el vino, uno brutal por una mujer a la que quiere violar, un hombre de honor por su novio o novia y un buen padre para sus hijos, difieren mucho entre sí, sin embargo, en que son formas de manifestación del amor, son similares.

Pero los cuatro primeros tienen amor sólo por la posesión de los objetos a los que se refiere su pasión, sin amor alguno por los objetos mismos, hacia los cuales sienten sólo un deseo mezclado con otras pasiones especiales.
En cambio, el amor que un buen padre alimenta a sus hijos es tan puro que no quiere tener nada de ellos y no quiere controlarlos de ninguna otra manera que no sea poseerlos y no aferrarse a ellos más estrechamente que ahora. mirándolos como otras encarnaciones de sí mismo, persigue su bien como el suyo propio, aún más cuidadosamente.

El cariño que las damas de honor tienen por sus amigas es de la misma naturaleza, aunque rara vez es tan perfecto, y el cariño que ellas tienen por su amado se debe en gran parte a tal amor, pero en alguna medida al otro.

La duda

La duda es el comienzo de la ciencia.

Lógica

La mayoría de las reglas de la lógica se utilizan para explicar cosas bien conocidas a otros, o para hablar sin juzgar cosas desconocidas.

Orgullo

El mayor orgullo o autodesprecio demuestra la mayor debilidad del alma.

Matemáticas

Sólo los matemáticos han sido capaces de encontrar algunas demostraciones, es decir, razonamientos ciertos y evidentes.

Orden

Busca derrotarte a ti mismo mejor que el destino y cambia tus deseos en lugar del orden mundial.

Perfección Los

números perfectos, como las personas perfectas, son muy raros.

Problema

Cada problema que resolví se convirtió en una regla que luego me ayudó a resolver otros problemas.

La razón

El primer fundamento de la virtud es conservar nuestro ser, es decir, guiarnos por la razón. El que no se conoce a sí mismo no conoce el fundamento de ninguna virtud. Entonces actuar en virtud es sólo actuar según el mandato de la razón.
Quien, pues, no se conoce a sí mismo en absoluto y, por tanto, no conoce ninguna virtud, actúa con la menor de las virtudes, es decir, es el más impotente del alma.

El arrepentimiento El

arrepentimiento es también una especie de tristeza con una amargura especial por cuanto siempre se relaciona con cierta desesperación y el recuerdo del placer que nos ha dado el placer. Porque nunca nos arrepentimos sino del bien que hemos disfrutado y perdido hasta tal punto que no tenemos esperanza de recobrarlo en el tiempo y manera en que lo lamentamos.

Sentidos

Debido a que los sentidos a veces nos engañan, no existe tal cosa como imaginarlos.

Almas

Todo hombre puede dar cuenta de la fuerza o debilidad del alma o precisamente como resultado de estas luchas, pues aquellos en quienes por naturaleza la voluntad puede más fácilmente vencer las pasiones y detener los movimientos del cuerpo que las acompaña tienen indudablemente la almas más fuertes, y las almas más débiles son aquellas cuya voluntad no está determinada a seguir ciertos juicios, sino que siempre está impulsada por las pasiones del momento presente, que, siendo a menudo opuestas entre sí, atraen a su vez al alma a su lado, y , al hacerlo, para luchar incluso contra sí mismo, llevarlo al estado más lloroso que pueda alcanzar.

Tristeza

Cómo la tristeza nos hace palidecer. La tristeza, estrechando los orificios del corazón, hace que la sangre corra más lentamente por las venas, y haciéndose más fría y espesa, necesitando menos espacio en ellas, de modo que retrocede a las venas más anchas, que son las más cercanas al corazón, las la sangre sale de las venas más lejanas.
Entre los más visibles están los del rostro, aparece pálido y demacrado, sobre todo cuando la tristeza es grande o cuando nos embarga, como ocurre con el miedo, cuya sorpresa fortalece la acción que aprieta el corazón.

Voluntad

La voluntad no puede llamarse causa libre, sino sólo necesaria. La voluntad es sólo una cierta forma de pensar, toda voluntad no puede existir, ni ser determinada por la acción, a menos que sea determinada por otra causa, y ésta a su vez por otra, y así indefinidamente. Así, en todo caso, la voluntad se concibe, exige una causa por la cual se determina a existir y obrar, y por tanto no puede llamarse causa libre, sino sólo necesaria o constreñida.
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